De Bilbao a León.
El famoso tren de La Robla, antes llamado de vía estrecha, o FEVE, pertenece ahora a RENFE y continua haciendo su recorrido en su tramo palentino desde Bilbao a León con una frecuencia diaria. Su cruce se produce en Mataporquera, al tener una única vía, pasando por Villanueva de Arriba sobre las cinco de la tarde. Nuestros clientes suelen realizar un pequeño viaje desde Guardo hasta la estación de Vado Cervera de Pisuerga, para retomar el tren que viene de Bilbao y regresar de nuevo a la estación de Guardo en un recorrido que dura aproximadamente una hora y media. Los paisajes excepcionales, los animales que se ven desde el tren y el encanto de los pueblos que atraviesa, hacen de el, un recorrido emocionante para niños y grandes.
Su producto estrella es el Transcantabrico, un tren de lujo cuyos vagones ofrecen un alto nivel de equipamiento para clientes que desean una experiencia diferente, recorriendo el Norte de España, visitando los mejores recursos turísticos y los restaurantes mas afamados durante su recorrido.
Esta línea de ferrocarril, estuvo inactiva durante aproximadamente diez años, retomándose su actividad inicialmente para el transporte de carbón desde el puerto de Santander a la Central Térmica de Velilla del Río Carrion, aunque posteriormente se volvió a dar uso al transporte de pasajeros.
Los paisajes que se observan desde el tren a poca velocidad, lo hacen atractivo para el disfrute de la naturaleza y para aquellos que son aficionados a la fotografía.
Su producto estrella es el Transcantabrico, un tren de lujo cuyos vagones ofrecen un alto nivel de equipamiento para clientes que desean una experiencia diferente, recorriendo el Norte de España, visitando los mejores recursos turísticos y los restaurantes mas afamados durante su recorrido.
Esta línea de ferrocarril, estuvo inactiva durante aproximadamente diez años, retomándose su actividad inicialmente para el transporte de carbón desde el puerto de Santander a la Central Térmica de Velilla del Río Carrion, aunque posteriormente se volvió a dar uso al transporte de pasajeros.
Los paisajes que se observan desde el tren a poca velocidad, lo hacen atractivo para el disfrute de la naturaleza y para aquellos que son aficionados a la fotografía.